El préstamo promotor consiste en una operación hipotecaria dedicada a financiar la construcción y/o rehabilitación de viviendas y elementos vinculados que se destinarán a la venta.
Se dirige principalmente a personas jurídicas cuya actividad principal será la construcción y promoción de proyectos inmobiliarios.
Suele tener un periodo de carencia que va de dos a tres años durante el cuál el promotor solo pagará intereses y hará disposiciones de capital por avance de obra. Esto es así para que durante el tiempo de edificación en el que todavía no hay beneficios de venta ni disfrute de las viviendas se soporten las menores cargas posibles.