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Créditos bancarios

Requisitos para pedir un crédito

Los requisitos de créditos bancarios más comunes son:

  • Ser mayor de edad.
  • Tener un documento de identidad en vigor (DNI, pasaporte, carnet de conducir…)
  • Explicar la cantidad exacta que necesitas y el fin para el que vas a usar el dinero.
  • Demostrar solvencia.
  • No superar tu capacidad de endeudamiento máximo.

Avalistas

El avalista es un garante de obligaciones ajenas, dado que se trata de un instrumento por el cual un tercero se compromete a cubrir el pago del crédito, y sus intereses, si se han pactado, en el caso de que el deudor original (avalado) no cumpliere con lo que le corresponde frente a su acreedor (beneficiario del aval).

¿Cuál es la función del avalista?

La figura del avalista. … Se trata de un tercero que sirve de garantía al que presta para recuperar su dinero, ya que en caso de que el receptor del préstamo no proceda a la devolución del capital y los intereses será el avalista el que se haga cargo del pago.

¿Que pasa ni no puedo pagar el credito?

Si el impago se alarga en el tiempo, muy probablemente nos embarguen nuestros bienes. Los más comunes son la cuenta bancaria o la nómina, pero si el saldo de esa deuda es elevado, la decisión judicial puede pasar por embargar la vivienda, el coche, la pensión, etc. Todo lo necesario para saldar la deuda.

¿Es aconsejable dejar de pagar un crédito?

Rotundamente no. Ante las dificultades económicas, no son pocas las personas que se plantean no abonar la cuota de un préstamo y utilizar ese dinero para otros menesteres. Sin embargo, desde el momento en el que nos demoremos, se iniciará un proceso que irá incrementando la deuda poco a poco y que, en caso de dilatarse, puede derivar en consecuencias muy graves.

Primera cuota impagada

Se comienzan a aplicar los intereses de demora, más elevados que los intereses normales del producto, pero que no podrán superar en dos puntos porcentuales a los intereses normales del préstamo.

Asimismo, también se cobra la llamada comisión por reclamación de posiciones deudoras, un coste que nos aplica la entidad por los recibos devueltos y por avisarnos de que debemos pagar la mensualidad del préstamos, cuyo coste suele rondar entre los 30 € y los 45 €.

Segunda cuota impagada

Al segundo mes de no pagar lo acordado, es muy probable que el banco introduzca nuestros datos en algún fichero como ASNEF. Una vez inscritos en estos registros, nuestras opciones de conseguir financiación serán mucho más reducidas.

Para inscribirnos en ASNEF, la entidad deberá primero negociar con nosotros una forma de devolución amistosa de las cuotas impagadas y, en caso de no llegar a un acuerdo, comunicarnos por escrito su intención de inscribirnos en dicho fichero de acuerdo con la nueva ley de protección de datos lanzada a mediados de 2018.

Tercera cuota impagada

A partir de la tercera mensualidad impagada, es posible que el banco decida iniciar una reclamación judicial para recuperar el dinero del crédito. Una vez entrados en el terreno judicial, lo que suceda dependerá mucho del tipo de crédito que hayamos solicitado, así como del importe. Por ejemplo:

  • Si el crédito impagado es un mini préstamo que hayamos solicitado (no superior a 1.000 euros), es muy probable que el impago se salde con una entrada en ASNEF que quedará pendiente hasta que se liquide la deuda, aunque difícilmente la entidad querrá entrar en gastos judiciales por un importe tan pequeño. De hecho, los mini créditos tienen unos intereses tan elevados para protegerse precisamente de su elevada tasa de morosidad
  • Si el crédito impagado es un préstamo personal que hemos solicitado, la cosa puede ser más seria, puesto que lo más seguro es que el banco emprenda acciones legales contra nosotros. Teniendo en cuenta que en un préstamo personal la garantía son todos nuestros bienes presentes y futuros, tenemos mucho que perder.
    • El juez podría ordenar el embargo de nuestros bienes, comenzando por el embargo de la nómina, los ahorros, la vivienda, coche o cualquier bien que considere necesario expropiar para saldar la deuda. Si, además, tenemos avalistas, éstos también están sometidos de igual modo a la responsabilidad sobre la deuda

En definitiva, el impago de un crédito siempre supone una serie de problemas para el deudor, y aunque variarán en función del tipo y del importe de la deuda, nunca es agradable. Por lo que recomendamos encarecidamente que, quien no pueda pagar un crédito, no lo solicite.

Créditos para comprar un coche

Antes de todo, nunca hay que descartar a priori los préstamos que ofrecen las empresas de automoción, según Antonio Gallardo. “Son en general bastante competitivos”, asegura el experto en finanzas del comparador iAhorro, quien recuerda que, en el momento de mayor caída en la concesión de préstamos durante la crisis, este tipo de financiación ganó mucho peso.

A diferencia de la vivienda, que suele revalorizarse con el tiempo, la compra de un coche es un gasto de consumo, y pierde valor cada día que pasa. Por esta razón el portal web de educación financiera del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores sugiere que “tendría más sentido pagar un coche en efectivo que endeudarse para su adquisición”, aunque admite que “muy pocos tienen esa opción”. Aparte los préstamos bancarios o de las entidades a las que se apoyan concesionarios y fabricantes, el portal señala también la posibilidad de alquilar a largo plazo, sea a través de un leasing, para un vehículo ligado a una actividad económica, sea un renting, para vehículos nuevos.

¿Qué necesitas para contratar un crédito auto?

  1. Tener más de 18 años.
  2. Contar con un buen historial crediticio.
  3. Comprobar una antigüedad mínima en tu empleo actual.
  4. Contar con una cuenta de ahorro en una entidad bancria institución, para poder domiciliar los pagos.

¿Qué es mejor, contratar un préstamo coche o financiarlo en el concesionario?

La mejor opción siempre será aquella que se adapte sin problemas a las finanzas de quien pide el préstamo, no suponga un ahogo en la economía familiar y se pague menos cuota mensual. Así, lo primero que se tiene que hacer, para empezar a hacer números, es conocer todos los datos posibles acerca de la financiación, como el tipo de interés (si es fijo o variable), el plazo de amortización y las comisiones.

Los trámites con un concesionario acostumbran a ser más rápidos que con un banco, ya que al solicitar un presupuesto para la compra de un vehículo se suele dar la opción de financiarlo. Solo con aceptarlo se puede comenzar a cursar el préstamo. Además, a veces pueden aplicar descuentos en el precio del coche por hacer todos los trámites a través del concesionario. Pocas veces se deniega el proceso.

Si se hace a través de un banco, es posible que, sobre todo si no es nuestra entidad habitual, nos pida cierta documentación. DNI, últimas nóminas, otros préstamos… El objetivo, evaluar si vamos a ser capaces de devolver todo el dinero que se ha pedido (más los intereses y comisiones que pueda haber) en el tiempo acordado.

También puede darse el caso que nos pidan vinculaciones (contratar otros productos como un seguro o domiciliar la nómina) para disminuir el interés. Una de las ventajas de tramitar el préstamo en un banco es que siempre se puede solicitar el total del importe del vehículo mientras que el concesionario pedirá una entrada.

¿Se puede encontrar financiación sin intereses para comprar un coche?

Puede darse el caso que algún concesionario dé la opción de financiar un vehículo sin intereses. Habitualmente en estos casos el plazo de amortización es bastante corto, a lo sumo 24 meses, y se suele añadir alguna comisión, normalmente de apertura, que puede llegar al 2% o 3% del importe solicitado.

En cuanto a bancos, es muy difícil que ofrezca un préstamo al 0% si bien es cierto que puede ajustar el interés si, quien lo pide, es un cliente conocido y con un perfil de riesgo bajo. Este hecho lo determinan las entidades después de estudiar las finanzas de los solicitantes para asegurarse de que va a retornar el dinero de forma puntual, en el plazo acordado.

Para ello analizan sus ingresos, su estabilidad laboral, bienes que puede aportar como garantía (inmuebles en propiedad, otros vehículos, ahorros, inversiones, otras entradas de dinero…) así como los gastos habituales y otros préstamos que pueda tener. Y determinan si el importe que se ha pedido no supera el porcentaje de endeudamiento recomendado.

Se considera que una buena ratio de endeudamiento oscila entre el 20% y el 40% de los ingresos. Esto es, se destina ese porcentaje a cubrir las deudas y el resto a los gastos familiares (facturas, compras, ahorro…). En cifras, si el sueldo es de 1.000 euros, como mucho dedicar entre 200 y 400 a pagar préstamos.

Otro aspecto que tienen en cuenta es si ha estado o está en un listado de morosidad como ASNEF, RAI… El hecho de haber estado incluido frena la concesión.

¿Puedo conseguir un préstamo para un coche de segunda mano?

Sí. Actualmente los bancos y financieras comercializan préstamos para coches tanto nuevos como de segunda mano, si bien hay menos oferta de estos últimos.

Las principales diferencias entre ambos son los importes que financian y los intereses. En los préstamos para comprar un coche de segunda mano se deja menos dinero y con tipos algo más elevados.

CINCO CONSEJOS PARA QUE NO TE TIMEN

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) publica en su página web unos consejos a tener en cuenta a la hora de pedir financiación para comprar un coche.

  1. Tu banco, primero. Antes de acudir a una entidad que no exige domiciliar la nómina para concederte un préstamo, pregunta por las condiciones que aplica tu banco.
  2. Aclárate con el concesionario. Infórmate sobre las condiciones de financiación de los concesionarios y los descuentos que ofrecen a cambio. Pide el capital y los plazo mínimos exigidos para beneficiarte de los descuentos.
  3. Ojo con esto. Según OCU, las entidades financiarlas de los concesionarios “imponen cláusulas de permanencia que obligan a la devolución de los descuentos si se cancela el préstamo antes de un determinado plazo”. Además, añaden, “no se advierte ni de las comisiones de apertura, ni de los servicios de contratación obligatoria, como seguros de vida, extensiones de garantía o programas de mantenimiento, ni tipos de interés nominales, ni TAE aplicables a la operación”.
  4. No sigas pagando eternamente. Amortiza en cuanto puedas una vez transcurrida la permanencia.
  5. Pide el certificado de saldo cero. Cuando termines de pagar la financiación en el concesionario, solicita el certificado de saldo cero. Este papel será imprescindible para cancelar la reserva de dominio en el Registro de Bienes Muebles y disponer plenamente de la propiedad de tu vehículo.